Decisiones del palco y mal ganado marcan corrida de Aguascalientes, México

Por Canal26

Sábado 27 de Abril de 2024 - 23:48

Aguascalientes (México), 27 abr (EFE).- La novena corrida de toros de la Feria de San Marcos, Aguascalientes, en el centro de México, finalizó con dos orejas para el mexicano Arturo Gilio y una para su compatriota Isaac Fonseca. El español José María Manzanares dio una vuelta al ruedo.

Los toros de Los Encinos fueron descastados y sin trapío alguno. Se registró más de tres cuartos de entrada en la Monumental.

Las protestas por el ganado iban a ser las protagonistas de la corrida, hasta que el juez de plaza decidió regalar dos orejas a Arturo Gilio.

Sucedió en el cierra plaza. Un bovino que se quedaba medio viaje y de pobre figura.

Gilio puso ganas, banderillas, gaoneras e inició la fase de muleta de rodillas.

A pesar de comprobar que el animal iba bien al natural no fue capaz de cruzarse. Se abonó por los dos lados al pase en paralelo, teniendo que caminar mucho para llegar al siguiente.

Un circular por la espalda, unos de pecho y bernardinas pusieron de su lado al público.

La estocada caída precedió a dos apéndices protestados que dañan la categoría de la Feria de San Marcos.

Antes tuvo enfrente un feo, débil y descastado Los Encinos. Se fue varias veces al suelo, incluso antes de ser picado.

No le vino mal a la res el castigo del picador, dio para que siguiese la tela de Gilio. El diestro, si bien no se cruzó, adelantó lo necesario el engaño y sin mover el pie dibujó una tanda.

Gilio declinó la música responsablemente pues la cosa no daba para mucho.

Acabó el tercero de la corrida sin ser capaz de dar un paso. No se resistió a morir con una media.

De nuevo, como en los tres primeros, se llevaron los restos coreados con quejas.

La tarde había iniciado con un ejemplar de justa presencia y nada de casta.

José María Manzanares fue muleteándolo al paso con la mano derecha, como si entrenase al trote ligero. Con la otra mano el toro exigía pararse a mandar. A pesar de citar en paralelo los naturales sueltos realizados fueron lo más rescatable de su actuación.

Mal con la espada fue tenuemente aplaudido. En el arrastre se escucharon protestas.

El aspecto del cuarto del festejo, segundo del español, logró la adhesión del juez quien lo devolvió a corrales tras sonoras reprobaciones de los espectadores.

Estas aumentaron de volumen cuando la tabla del sustituto anunció 472 kilos. Peso más creíble que los 560 kilos de uno de sus compañeros de chiqueros.

El ‘sobrero’ se iba al suelo constantemente.

Manzanares con extremo cuidado logró mantenerlo en pie y ligar tandas ventajistas. Por el pitón diestro, quieto, por el izquierdo, recuperando el sitio.

Volvió sobre la derecha toreando con el pico. El mejor pasaje de José María fue una serie llevada por el centro de la muleta.

Manzanares se hizo con el descastado lo cual no dejó de tener su mérito.

Faena de capea finalizada con una caída recibiendo. Vuelta al ruedo para el español solicitada por los presentes.

Isaac Fonseca debutó como matador en San Marcos oyendo desde las localidades “mátalo” antes de agarrar la muleta.

Fonseca pretendió sacar algo de su debut con una faena larga de mucha actitud trascendente. En el pitón cercano siempre.

El estreno del matador finalizó en la intrascendencia. No faltaron los abucheos al irse el de Los Encinos.

Con un quinto esmirriado de cara, la cual metía con cierta casta al ser citado.

Fonseca dejó una labor ligada pero sin emoción. Solo se apretó con el toro cuando pasó a atrasar la muleta. Acudió a la mano zurda ya con el astado en las últimas.

A pesar de ello el torero prolongó una actuación que su demostración de valor no justificaba.

Una buena estocada, por ahora la mejor de esta semana de Feria repleta de desaciertos con el acero, arregló el resultado de su tarde. No era argumento para la desproporcionada oreja que recibió de palco. EFE

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